sábado, 3 de octubre de 2009

Entrevista a Carlos Carvajal con respecto a "Alto Hospicio", novela gráfica.


Carlos Carvajal Araya (Coquimbo, 1969) durante los últimos 24 años ha realizado una casi anónima labor creativa en el campo de la historieta chilena. Entre fanzines y ediciones limitadas cuenta ya más de 10 publicaciones donde destacan las novelas gráficas Justicia poética (2008) y Guayacán: la hermandad de la bandera negra (2006). Cercanos al lanzamiento de Alto Hospicio, adaptación del libro de Rodrigo Ramos Alto Hospicio editado por Quimantú; nos entregó algunas impresiones acerca del cómic, la cultura y sus proyectos.


Desde hace 24 años te dedicas a la historieta. Durante el año 2008 publicaste Justicia poética y ahora Alto Hospicio. Visto de alguna forma te estas transformando en un adaptador de novelas al formato de la historieta. ¿cómo ha sido tu experiencia de adapatar al cómic libros de terceros?

Con orgullo siempre he sido fanzinero, mi “carrera” como guionista de historietas y dibujante esta basada en la experiencia, autogestionando publicaciones tanto de forma colectiva como individual desde los años ochenta, distribuyéndolas de mano en mano o en circuitos culturales alternativos. Mis historietas cortas para fanzines sin duda han sido de gran ayuda y cimiento para lograr trabajos mas elaborados. Personalmente creo que la historieta nacional de un tiempo hasta ahora a estado carente de argumentos que lo potencien como un medio de expresión sólido para ser tomado en serio, por eso es valido adaptar escritos de autores como Edicson Solartorres (Justicia poética) o Rodrigo Ramos Bañados (Alto Hospicio) escritores jóvenes chilenos que pertenecen a una generación que vivió su juventud en los convulsionados años ’80, generación que tiene algo más que decir, jóvenes que aparte de ser escritores son periodistas y que son capaces de mostrarnos ese Chile real y descarnado que la parrilla programática de la televisión y los titulares de los diarios de farándula pretenden que olvidemos con rapidez.

Como una persona que tiene un recorrido tan extenso como el tuyo, cuesta entender por que tu trabajo no ha sido considerado para experiencias editoriales mayores. Crees que el marcado discurso social y critico de tus trabajos a jugado en contra de una presencia masiva en la escena de la historieta nacional?

El discurso cultural del gobierno o las empresas que la generan constituyen el eje de identidad de una nación o de sus intereses personales, en última instancia gran parte de los espacios en la que aquellos que la componen y poseen, derivan en planes y programas establecidos bajo diversos parámetros y consideraciones muchas veces externos y ajenos a los creadores y dicho sea de paso, ajeno a las ecesidades culturales de la población. Es necesario entender que las políticas culturales tienden a la validar dichos objetivos para dar sustento a todo aquello que sus planteamientos esconden. Por ello que practicas culturales alternativas aun siguen sin ser reconocidas por la institucionalidad vigente. En algunos casos se les criminaliza como los okupas, colectivos de artes alternativas, fanzines etc., porque son protesta , son arraigo y construcciones de identidad que permanecen al margen del sistema, de su “eficiencia”, ya que lo ponen en evidencia lo desnudan. El discurso es el último reducto de una rebeldía que pugna contra si misma en el afán creador, por más que intenten seguirlo y atraparlo va mucho mas adelante de aquellos que pretenden hacerlo suyo con lineamientos culturales bajo su control, va mucho mas allá de la complacencia de los intelectuales entendidos, mas allá de fracasos de proyectos mil veces probados y que siguen teniendo una segunda oportunidad . Mi discurso siempre a sido el mismo y a estas alturas difícilmente lo cambiare, mis temáticas son atemporales funcionan en cualquier época o tiempo no pasan de moda ya que la injusticia social y el abuso de poder lamentablemente siguen vigentes al día de hoy.

¿Qué te parece al ver tu primer trabajo masivo sea publicado por una editorial como Quimantú precisamente en un año en que se habla del boom de la historieta chilena?

Para nadie es desconocida la historia editorial de Quimantu, la cual cuenta como uno de sus mayores hitos el proceso de difusión de la literatura y la producción editorial de historietas durante la Unidad Popular en Chile. Creo que es un gran desafío en lo personal y responsabilidad con aquellos que confiaron en mi persona, lo que mas me sedujo de esta nueva Quimantu, es retomar esa antigua y sana practica de distribución, eso llegar a la mayor cantidad de gente, que los estratos mas postergados tengan acceso a la lectura así como vender barato que es lo que prima al momento de leer un buen libro o una historieta, que este al alcance del bolsillo y con una calidad PRO.

Juan Vásquez es considerado un documentalista dentro del cómic chileno. Alguien que hace del lenguaje del cómic una herramienta de registro critico de nuestra realidad. ¿Podemos entender que esta adaptación al cómic se puede inscribir dentro de este sub género documental de la historieta?

Soy gran admirador de la obra de Juan Vásquez un gran artista y mejor persona, he seguido su trayectoria desde los años ochenta, ahora con la publicación de sus recopilatorios de tiempos de dictadura, 1986, El canto del delirio y La revolución de los pinguinos; creo que allí hay un valioso registro para la historieta nacional, el uso de la gráfica como herramienta de compromiso social y, a la vez, crítico. Es un trabajo que solo el tiempo otorgara su real valor. En cuanto a Alto Hospicio la novela gráfica, esta afronta el entorno en que se desenvuelven los hechos dejando al desnudo las falencias e indiferencia del gobierno, las policías, los medios y nosotros mismos sobre los hechos ocurridos en el norte, es un recordatorio para que cosas como están no vuelvan a ocurrir en un país donde siempre es mejor olvidar y echarle tierra a acontecimientos en donde esta involucrada la gente mas modesta. Hoy puede ser un asesino de un grupo de niñas, mañana podría ser el genocidio de un pueblo completo.

¿Qué esperas con la novela gráfica de Alto Hospicio?

Cuando se me propuso adaptar la novela siempre estuvo pensada en concebir una especie de dossier que invitara y despertara la curiosidad por leer el libro, pero una versión libre del relato original y que tuviera por columna vertebral la novela para hacer de esta una lectura mas dinámica y fluida, todo esto no hubiera sido posible gracias al trabajo en equipo y contar con las personas idóneas en la gráfica digital, que lograron de la novela gráfica un acabado profesional, la portada corrió por parte de Nicolás Vásquez, en la diagramación estuvo el señor Sebastián Donoso. Es un trabajo sencillo que espero esté a la altura de la novela de Rodrigo Ramos.
¿Qué espero con la novela gráfica? Espero que Quimantú reflexione y evalúe el tema de las historietas como una alternativa de literatura lo suficientemente seductora para nuevos auditorios, buscando mayor diversidad en la escena chilena y la necesidad de que la historieta tenga voces mas críticas y que por supuesto se puedan abrir las puertas a futuras publicaciones de historietas.

Para terminar cuáles son tus actuales proyectos de historieta.

Por el momento lo más cercano es seguir cooperando con mi amigo Salvador Arenas y su FINDEMILENIO en una nueva historieta que lleva por nombre “Estado 52”, la cual será entregada por capítulos. Además estoy trabajando una historieta con Edicson Solartorres la cual habíamos enviado a los proyectos de fomento del libro, su título es URDEMALES y trata de ecología, guerrillas y magia. La historieta aborda esos tres temas y es protagonizada por versiones, muy libres, de iconos de nuestra mitología y de otras. En rigor Urdemales es un cómic anti globalización y de critica social. Aparte de ser una revisión más adulta de un clásico de Quimantu como era El Manque. Bueno, ahora entiendo también porque el gobierno no financió el proyecto. Era como mucho que finaciaran un cómic que propone acabar con el orden establecido. Así que lamentablemente no fue seleccionado para pena de nosotros. Pero bueno seguir explayándome sobre las políticas del gobierno que solo apoya ideas centrales y políticamente correctas es un asunto que ya planteé en la pregunta de más arriba, pero como dicen por ahí “las penas del cómic se pasan con mas cómic”. No olviden que soy de Coquimbo un pueblo al norte de Santiago.

No hay comentarios: