viernes, 28 de mayo de 2010

Aparece libro "Los orígenes libertarios del Primero de Mayo: de Chicago a América Latina 1886-1930"

(Artículo tomado de www.anarkismo.net)

Fruto de un esfuerzo realizado por investigadores de diversos países latinoamericanos, ha aparecido este libro de rescate de la memoria histórica sobre la influencia del elemento libertario en los inicios del movimiento obrero y sindical latinoamericano, así como en la lucha por la reducción de la jornada laboral a 8 horas diarias. El eje articulador de este relato lo constituye el Primero de Mayo como fecha emblemática de articulación de la protesta obrera y de articulación de los movimientos en cada país con el movimiento internacional. Se ha buscado explicar y entender los orígenes del día emblemático de protesta de los trabajadores y el impacto que esta conmemoración tuvo sobre el movimiento libertario en diferentes países del continente.

Ficha técnica:

Los orígenes libertarios del Primero de Mayo: de Chicago a América Latina (1886-1930)
José Antonio Gutiérrez D., compilador
Varios autores

Editorial Hombre y Sociedad, Libre Iniciativa y Editorial Quimantú,
Colección Papeles para Armar / Serie Papel Lustre, Santiago de Chile, 2010

Índice

I.

* Presentación, Editorial Quimantú
* A modo de introducción, José Antonio Gutiérrez D.
* Los Mártires de Chicago: historia de un crimen de clase en la tierra de la "democracia y la libertad", José Antonio Gutiérrez D.

II. El Primero de Mayo en América Latina

* El primer 1° de Mayo en América Latina: Argentina y Cuba (1890)
o El 1º de Mayo en Argentina, Fernando López Trujillo
o El 1º de Mayo, dos interpretaciones opuestas, "La Protesta Humana"
o Los precursores del 1º de Mayo en Cuba (la primera jornada, La Habana 1890), Frank Fernández
* El 1º de Mayo y la lucha por las ocho horas en Uruguay
o Orígenes del movimiento sindical uruguayo y la influencia del anarquismo (Periodo 1865 – 1919), Periódico Rojo y Negro
* Anarquismo y 1º de Mayo en Brasil, Milton Lopes
* El 1º de Mayo en México, la triunfal derrota del proletariado, Brenda Aguilar
* 1º de Mayo de 1899: Los anarquistas y el origen del "día del trabajador" en la región chilena, Víctor Muñoz C.
* El 1º de Mayo y los anarquistas en el Perú, Franz García Uceda
* El Anarquismo y el 1º de Mayo en Ecuador, Carlos Pazmiño
* La Pascua Roja en Costa Rica: El anarquismo y el 1º de Mayo de 1913, José Julián Llaguno Thomas
* Los orígenes del Primero de Mayo en Colombia y la influencia del anarcosindicalismo, Centro de Investigación Libertaria y Educación Popular
* Aporte histórico del sindicalismo anarquista en la historia del movimiento obrero en Bolivia, Militantes de la Organización Anarquista por la Revolución Social (OARS)

III. Apéndices

* Manifiesto de la IWPA a los trabajadores de Norteamérica (Proclama de Pittsburgh)
* A los vagos, los desempleados, los desheredados y los miserables, Lucy E. Parsons
* El Objeto de la Revolución Social, Albert Parsons
* A.R. Parsons sobre el Movimiento por las Ocho Horas, Marzo de 1886
* ¿Qué es la Anarquía?, Albert Parsons
* ¡Adelante, con valor!, August Spies
* ¡Ha corrido la sangre!, Michael Schwab
* ¡Venganza!, August Spies
* Discurso de August Spies en la Plaza de Haymarket (4 de Mayo, 1886)
* Discurso de Johann Most en el aniversario de la ejecución de los Mártires de Chicago (1894)
* Cartas de los Mártires de Chicago
* Remembranzas de Lucy Parsons

IV. Archivo fotográfico

martes, 25 de mayo de 2010

Recuperando la historia para la clase trabajadora

(Reseña de Gabriel Rivas, publicada en www.anarkismo.net)

A lo largo de sus más de trescientas páginas, el libro recorre los diversos momentos que fueron configurando la historia del Primero de Mayo en la América del Sur (que compone la gran mayoría del libro) y del Norte (gracias a un notable trabajo del compilador del texto). Junto a los preciosos datos, las prolijas narraciones y todo aquello que hace de este libro un verdadero aporte al interés historiográfico, trae consigo una fuerte carga militante que lo coloca en un lugar muy diferente a cualquier otra contribución.

“Nuestros ancestros no sólo nos han enseñado que la violencia es justificable contra los déspotas, ya que es el único medio que nos queda, sino que nos han dado ellos mismos un ejemplo inmortal”. Así versa en una parte el manifiesto de Pittsburg, fechado en 1883 –y que integra como apéndice el presente trabajo-, tres años antes de la huelga general del 1° de Mayo y que representaba la plataforma política más resuelta del movimiento obrero norteamericano para esas fechas, y que impulsó las luchas obreras por varios años en esa región. Hoy, esa misma proclama que invoca la fuerza de un pasado a la espera de ser realizado, adquiere sentido respecto de los protagonistas de los diversos Primeros de Mayo a lo largo de toda América (del Norte y del Sur) y que resuenan nuevamente gracias a esta publicación.

En un esfuerzo inédito, gracias a los compañeros de la Red Lion Press de Canadá y en especial a los compañeros de la Federazione dei Comunisti Anarchici y al Centro di Documentazione Franco Salomone (ambas organizaciones italianas), las editoriales chilenas Quimantú, Hombre y Sociedad y Libre Iniciativa, han lanzado a circulación este homenaje a los tantos luchadores de la clase trabajadora que han perecido en la rueda de la historia, en esta incesante lucha del trabajo contra el capital.

A lo largo de sus más de trescientas páginas, el libro recorre los diversos momentos que fueron configurando la historia del Primero de Mayo en la América del Sur (que compone la gran mayoría del libro) y del Norte (gracias a un notable trabajo del compilador del texto). Junto a los preciosos datos, las prolijas narraciones y todo aquello que hace de este libro un verdadero aporte al interés historiográfico, trae consigo una fuerte carga militante que lo coloca en un lugar muy diferente a cualquier otra contribución. Todos los participantes en esta obra son militantes activos en los diversos movimientos populares de sus países. Los hermanos de USL (Perú), FARJ (Brasil), Rojo y Negro (Uruguay), Cruz Negra Anarquista de México, Hijos del Pueblo (Ecuador), Revista La Libertad (Costa Rica), OARS (Bolivia), CILEP (Colombia), y así como López Trujillo de Argentina y V.M. Muñoz de Chile, todos ellos, a su modo, son parte de un proceso colectivo y militante que apuesta al resurgimiento de una alternativa revolucionaria en sus respectivos países, con una marcada impronta libertaria.

Esta misma carga militante nos deja claro que, parafraseando a J. Most, este libro no fue escrito para “llorar sobre la tumba de los mártires del proletariado, pues eso no compete a los revolucionarios”, sino que ha sido escrito “para levantar aquella bandera a cuya sombra combatieron, lucharon y se sacrificaron los que aquí yacen recordados, y a la que permanecieron fieles hasta la muerte”.

Hoy, en tiempos que el neoliberalismo no sólo causa estragos en la calidad de vida de los trabajadores y demás sectores que conforman nuestros golpeados pueblos latinoamericanos, sino que además vacía la memoria de lucha anti-capitalista que caracterizó al movimiento obrero que nos precedió, este libro emerge como un pequeño ejercicio de memoria colectiva, nos vuelve a hacer parte de un largo y delgado hilo rojo que recorre nuestras accidentadas experiencias como clase obrera y nos recuerda, fundamentalmente, que nada de lo que la clase trabajadora tiene hoy instituido como derecho ha sido un regalo, sino que todo avance, todo resguardo contra la clase capitalista ha sido fruto de su lucha, de su sangre y de sus muertos.

Otro aspecto relevante de esta publicación es que, a diferencia de la historiografía tradicional y no tan tradicional, reivindica el justo lugar de los ácratas en la historia del movimiento obrero. A lo largo de sus once ensayos, esta notable publicación restituye el merecido reconocimiento que las líneas anarquistas han desarrollado a lo largo de la historia de la clase explotada moderna y lo muestran como lo que es: una apuesta programática real, de cambio radical, nacido del seno mismo de la clase trabajadora, como su expresión más resuelta y que, luego de décadas de apuestas de cambio autoritarias, cobra más vigor que nunca.

Además, el libro cuenta con un muy buen archivo fotográfico que ayuda a hacernos una idea mucho más viva del contexto. Pero quizás tan importante como los ensayos históricos, es el apéndice que contiene la publicación, compuesto de doce textos de puño y letra de importantes militantes libertarios como son Lucy Parsons, J. Most y el mismo A. Parsons, entre otros, los que contribuyen no sólo a esclarecer las ideas que nutrían al movimiento obrero de entonces, sino que son una fuente de potentes proclamas anticapitalistas que no han perdido vigencia, así como magistrales resúmenes del ideario ácrata.

Con todos estos elementos, Los orígenes libertarios del Primero de Mayo se presenta como una contribución notable de los libertarios al movimiento popular que hoy, como nunca, debe dar duras batallas, no sólo por la posibilidad de hacer memoria histórica para tener una imagen más fiel de sí mismo, sino para reconstituirse como una fuerza histórica que forje una alternativa definitiva ante la barbarie capitalista que hoy, como en tiempos de Albert Parsons, August Spies, George Engel, Louis Lingg y Adolf Fischer, todos ellos mártires de la lucha de los trabajadores, no deja de arrastrarnos a una situación insostenible y que nos obliga a buscar una salida revolucionaria y definitiva.

martes, 18 de mayo de 2010

Entrevista a Mario Rojas, autor de El tango de Edipo

Mario Rojas: “Aquí hay historias para formar el mapa de otro Chile”

Por Marcos Moraga L. / La Nación

“Tengo un problema. O al menos yo creo que es un problema”, dice el músico Mario Rojas, sobándose la sien, buscando la explicación para su mal. “Cada vez que termino un trabajo, no importa que hayan participado los mejores tipos y todo el mundo me diga que está bonito. Me viene un vacío y tengo que meterme en otra cosa. Me cuesta promover. Lo hago poco y mal”, explica.

Y es un dato clave para entender la última novedad con su firma encima: la reedición de El tango de Edipo, el libro que Rojas publicó hace veinte años bajo el sello de la desaparecida Editorial Arrebatos, que hoy recupera vida en manos de Quimantú (ver recuadro). “Cuando lo escribí tenía cero prejuicios. Había vivido muchos años afuera y tenía una fuerte desconexión con la literatura chilena. No tenía pudor. Me sentía libre para escribir lo que quisiera. Después me fui insertando en la realidad nacional, en las lecturas, en la crítica. Y me fui achunchando”, dice.

Sin pudor

La historia que encierra las líneas de El tango de Edipo es más conocida. A finales de los ochenta, Rojas formó parte de la primera vida de la banda De Kiruza, lenguas afiladas del proto-rap nacional. El libro lo redactó entre 1989 y 1990, en los meses en que Mario Rojas retornaba a Chile del exilio y frecuentaba las oficinas de la revista Trauko, donde las oficiaba de guionista y redactor.

“Escribí esto tan influenciado por Pedro Foncea como por el Tío Roberto Parra. Tenía claro, entonces y ahora, que pertenecía a esa categoría de escritores malditos, como ‘Chicago Chico’, de Armando Méndez Carrasco, ‘El río’, de Alfredo Gómez Morel o ‘La Negra Ester’, o que era contemporáneo a Pedro Lemebel o Mauricio Redolés”, explica Rojas. “Era como decir: ‘has escuchado hablar de esto; este es otro Chile. Aquí hay unas cuantas historias para formar este mapa, que no es tan ilustrado, pero que es altamente interesante’”.

Rojas realizó “sólo algunas modificaciones de forma” al libro que publicó en 1990. Conservó el prólogo que le regaló Roberto Parra y añadió otro, en voz del protagonista de El tango de Edipo. Y tiene preparada la secuela, “El éxito de Pablo Figueroa”. Pero nuevamente se agarra la sien: “O te concentras en algo o sonaste. Si ya me trae conflictos esto de ser cantor, promotor de la cueca, director de un sitio web, director de un documental, aparecer como escritor sólo triplica la confusión. Quedó atorado el libro, pero ya va a salir”.

Marcos Moraga L.
“Tengo un problema. O al menos yo creo que es un problema”, dice el músico Mario Rojas, sobándose la sien, buscando la explicación para su mal. “Cada vez que termino un trabajo, no importa que hayan participado los mejores tipos y todo el mundo me diga que está bonito. Me viene un vacío y tengo que meterme en otra cosa. Me cuesta promover. Lo hago poco y mal”, explica.
Y es un dato clave para entender la última novedad con su firma encima: la reedición de “El tango de Edipo”, el libro que Rojas publicó hace veinte años bajo el sello de la desaparecida Editorial Arrebatos, que hoy recupera vida en manos de Quimantú (ver recuadro). “Cuando lo escribí tenía cero prejuicios. Había vivido muchos años afuera y tenía una fuerte desconexión con la literatura chilena. No tenía pudor. Me sentía libre para escribir lo que quisiera. Después me fui insertando en la realidad nacional, en las lecturas, en la crítica. Y me fui achunchando”, dice.
Contra la naturaleza del autor, hay lanzamiento. “El tango de Edipo” se presentará el sábado en la Sala SCD de Bellavista (Santa Filomena 110), para luego enganchar con un concierto en vivo del músico acompañado de su banda The Flaiting Project. Será la ocasión del primer DVD y concierto en vivo que Rojas registrará en su carrera.
Sin pudor
La historia que encierra las líneas de “El tango de Edipo” es más conocida. A finales de los ochenta, Rojas formó parte de la primera vida de la banda De Kiruza, lenguas afiladas del proto-rap nacional. El libro lo redactó entre 1989 y 1990, en los meses en que Mario Rojas retornaba a Chile del exilio y frecuentaba las oficinas de la revista Trauko, donde las oficiaba de guionista y redactor.
“Escribí esto tan influenciado por Pedro Foncea como por el Tío Roberto Parra. Tenía claro, entonces y ahora, que pertenecía a esa categoría de escritores malditos, como ‘Chicago Chico’, de Armando Méndez Carrasco, ‘El río’, de Alfredo Gómez Morel o ‘La Negra Ester’, o que era contemporáneo a Pedro Lemebel o Mauricio Redolés”, explica Rojas. “Era como decir: ‘has escuchado hablar de esto; éste es otro Chile. Aquí hay unas cuantas historias para formar este mapa, que no es tan ilustrado, pero que es altamente interesante’”.
Y comenzaba otro viaje. Compartió escenario con Parra, Nano Núñez, con Los Santiaguinos. Se armó como solista y líder de The Flaiting Project. Fundó el sitio www.cuecachilena.cl y desde ahí ha visto la reconversión del género: “Siento que la cueca, finalmente, está volviendo al contexto de la música popular”.
Rojas realizó “sólo algunas modificaciones de forma” al libro que publicó en 1990. Conservó el prólogo que le regaló Roberto Parra y añadió otro, en voz del protagonista de “El tango de Edipo”. Y tiene preparada la secuela, “El éxito de Pablo Figueroa”. Pero nuevamente se agarra la sien: “O te concentras en algo o sonaste. Si ya me trae conflictos esto de ser cantor, promotor de la cueca, director de un sitio web, director de un documental, aparecer como escritor sólo triplica la confusión. Quedó atorado el libro, pero ya va a salir”. LN

Marcos Moraga L.

“Tengo un problema. O al menos yo creo que es un problema”, dice el músico Mario Rojas, sobándose la sien, buscando la explicación para su mal. “Cada vez que termino un trabajo, no importa que hayan participado los mejores tipos y todo el mundo me diga que está bonito. Me viene un vacío y tengo que meterme en otra cosa. Me cuesta promover. Lo hago poco y mal”, explica.

Y es un dato clave para entender la última novedad con su firma encima: la reedición de “El tango de Edipo”, el libro que Rojas publicó hace veinte años bajo el sello de la desaparecida Editorial Arrebatos, que hoy recupera vida en manos de Quimantú (ver recuadro). “Cuando lo escribí tenía cero prejuicios. Había vivido muchos años afuera y tenía una fuerte desconexión con la literatura chilena. No tenía pudor. Me sentía libre para escribir lo que quisiera. Después me fui insertando en la realidad nacional, en las lecturas, en la crítica. Y me fui achunchando”, dice.

Contra la naturaleza del autor, hay lanzamiento. “El tango de Edipo” se presentará el sábado en la Sala SCD de Bellavista (Santa Filomena 110), para luego enganchar con un concierto en vivo del músico acompañado de su banda The Flaiting Project. Será la ocasión del primer DVD y concierto en vivo que Rojas registrará en su carrera.

Sin pudor

La historia que encierra las líneas de “El tango de Edipo” es más conocida. A finales de los ochenta, Rojas formó parte de la primera vida de la banda De Kiruza, lenguas afiladas del proto-rap nacional. El libro lo redactó entre 1989 y 1990, en los meses en que Mario Rojas retornaba a Chile del exilio y frecuentaba las oficinas de la revista Trauko, donde las oficiaba de guionista y redactor.

“Escribí esto tan influenciado por Pedro Foncea como por el Tío Roberto Parra. Tenía claro, entonces y ahora, que pertenecía a esa categoría de escritores malditos, como ‘Chicago Chico’, de Armando Méndez Carrasco, ‘El río’, de Alfredo Gómez Morel o ‘La Negra Ester’, o que era contemporáneo a Pedro Lemebel o Mauricio Redolés”, explica Rojas. “Era como decir: ‘has escuchado hablar de esto; éste es otro Chile. Aquí hay unas cuantas historias para formar este mapa, que no es tan ilustrado, pero que es altamente interesante’”.

Y comenzaba otro viaje. Compartió escenario con Parra, Nano Núñez, con Los Santiaguinos. Se armó como solista y líder de The Flaiting Project. Fundó el sitio www.cuecachilena.cl y desde ahí ha visto la reconversión del género: “Siento que la cueca, finalmente, está volviendo al contexto de la música popular”.

Rojas realizó “sólo algunas modificaciones de forma” al libro que publicó en 1990. Conservó el prólogo que le regaló Roberto Parra y añadió otro, en voz del protagonista de “El tango de Edipo”. Y tiene preparada la secuela, “El éxito de Pablo Figueroa”. Pero nuevamente se agarra la sien: “O te concentras en algo o sonaste. Si ya me trae conflictos esto de ser cantor, promotor de la cueca, director de un sitio web, director de un documental, aparecer como escritor sólo triplica la confusión. Quedó atorado el libro, pero ya va a salir”. LN

Quimantú, hacia los 40 años

El tango de Edipo aparece publicado por Editorial Quimantú, la misma fundada por el gobierno de la Unidad Popular en 1971 tras la nacionalización de Zig-Zag, con la idea de disponer de libros a precio popular. Junto al libro de Rojas, las novedades recientes de la editorial reúnen nombres como Hernán Viluñir (Habitante inconcluso), Wobblie: hombres, ideas y problemas del anarquismo en los años veinte, de Víctor Muñoz, entre otros.

Una historia que también suma protagonismos a propósito del documental “La Quemadura”: la única película chilena incluida en la competencia del Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici), certamen que anoche bajó el telón. En la cinta, el director René Ballesteros registra su pesquisa por las memorias de su madre Margarita, todo atravesado por la historia de los libros de Quimantú.